miércoles, 3 de septiembre de 2025


 GILGAMESH: POESÍA Y POÉTICAS presenta a ROLANDO REVAGLIATTI

(Publicado en la página de Facebook el 11 de septiembre de 2024)


Rolando Revagliatti nació el 14 de abril de 1945 en Buenos Aires, Argentina. Es poeta, narrador, actor, docente, periodista cultural y psicoanalista.

Rolando, en la entrevista, dice:

«Mi derrotero con la poesía comienza siendo yo un encantado niñito que oye por radio a los recitadores y a los payadores.»

SELECCIÓN DE SU OBRA

De ‘Ardua’:

A un país

A un país
súbitamente lejano

se me van
espantadas

la senectud de mi amado
y mi niñez.

*

Seré, si no
Seré dichosa si no
te decepciono

Deberé trasuntar que no sé
lo que aprendí
lo que siempre intuí
y luego confirmé

Seré dichosa si no
te decepciono.

*

¿Amenazada?

Erra en mí
que lo construyo

Oficioso
sobre mis restos

Amenazada por su imprecisa seducción
mi abstinencia
lo dota.

*

Finó

Soy la mujercita
que se iba a casar

Finó mi prometido

y de momento
dicha circunstancia
me empobrece.

*

Usualmente

Él me dice usualmente esas cosas extrañas
y me abraza

Termino casi siempre sabiendo qué soy

Después
huye.

De ‘Corona de calor’:

Hacia la monogamia

Giro ahora con 8
como antes lo hiciera con 16

Mañana giraré con 4
pasado solamente con 2

Y por fin con UNA
saludaré
en el atrio.

Las 16 Mónicas

Las 16 Mónicas
en mi loft
comparten animadamente
sus respectivas historias conmigo

En mi ausencia examinan
sus recuerdos de mí

Las 16 Mónicas
luego
ríen
juramentadas
y en mi presencia
todo es derramar
lágrimas.

En este bonito

En este bonito anfiteatro
conmemoran
unas 435 ex-amantes
el agitado período
de mi existencia como fauno

Y ahora me aplauden.

De ‘De mi mayor estigma (si mal no me equivoco):’:

flor

con los senos desplazados
la violada por el hombre invisible
se reúne con su cuerpo líquido e ilusorio
bastante invisible también ahora
sin sus bordes completos

del tamaño de una reminiscencia
o de una condolida comezón sietemesina
ella expulsará una flor honda
que nos catapultará hacia una paternidad compartida

¿qué no ve y ve viendo que no ve, la flor?
estos y otros entenados
interrogantes machacones de evanescente capciosidad

gauchito

me honraron la vereda jóvenes mixtos simpáticos y bienintencionados
dirigiéndoseme
cuando sentadito en el umbral de la pensión de floresta me hallaba
de gaucho y con rouge en un atardecer carnavalero

nos vendían los turcos
(ahí vienen los turcos)
nos mangueaban las monjitas
(ahí vienen las monjitas)
nos cobraba el alquiler el propietario
(ahí viene el propietario)
nos adivinaban la suerte las gitanas
(ahí vienen las gitanas)
y la cotorrita de la suerte también nos adivinaba la suerte

y no paso por alto
al monito de la suerte y al cuco
al hombre de la bolsa (su primo)
al colchonero al botellero a la policía
a toda clase de mendigos

De ‘Desecho e izquierdo’:

Y aunque el mate esté frío

Nos estamos cayendo en el dos mil
y el pescado sin vender
gaucho entre los gauchos
y atraviesa el malón la polvareda
el buenón en cambio juega solo a la taba
crisis de identidad la del buenón
que poco capea sus contradicciones
del todo contraindicado el buenón
aires de pampa mía cavándole el hoyo
pa’ quel hueserío haga hito
como la traición entre las tradiciones
y el esmero del inveterado malón
al pervertir a las infamélicas y consanguíneas
hembritas insosteniblemente vaporosas
y a las regionales y desencantadas esposas de los intendentes
meta rasgueos de guitarras

Y aunque el mate esté frío, doña Dominga
doña Venancia, doña Azucena, doña Hilariona
no dejo de payar en estas circunstancias
confusas para este acreditado paisajista
de acendrado calar nacional
y popular

Síganme
pobretes y ricachos a las puertas del amor de un día
por la inmensidad tanto como por la circunscripción
que no los voy a defraudar

macho
gaucho
y guacho
que no los voy a fotografiar con zoom en la estaqueada
en esta superproducción reproductiva.

Dándole vueltas

Dándole vueltas y vueltas a cierto cachito significante
estaba entre la vulgaridad de tirarme una cana al aire
o
familiarmente
desde el amplio ventanal de un cuadragésimo piso

O desgarrar
el avejentado himen de una sección
perezosa de mi cerebro

Me encaré:
¿Por qué no rozar el urticante tema de las propensiones?
Es un tema tuyo, Rolando
el de las estructuras que supimos adquirir
las resignaciones que no terminan de caer
de las secoyas ancestrales
los renunciamientos a la mezcalina
al fru-frú, a la masturbación, al asesinato del alma

¿Tantos años de tarado echados a la basura?
¡El orgasmo es mío, mío!
¿Así como así, hijos de puta
arremeten con sus topadoras
sobre el gueto de mi infelicidad?
¿Qué me faltaba cuando sólo era un miserable?

De ‘Del franelero popular’:

Suelen las fieras domesticadas
ser melómanas.

*

Pindongas clericales
atiborran arrabales.

*

A la madre de todos los vicios
la sirve regularmente el padre
de todos los fornicios.

*

No nos une la afición al alcohol
sino al quebranto:

será por eso
que la excito tanto.

De ‘Fundido encadenado’:

“House of Games”

A salvo de mis lapsus linguae
a salvo de placeres
a salvo de la incontinencia de una pistola de agua
a salvo de otros timadores
a salvo del realismo de los sueños
y a salvo de los sueños que no son un sueño solamente
a salvo de mí
y de mi crimen
a salvo de mi furor curandis.

______________
“HOUSE OF GAMES” (“Casa de juegos”), filme dirigido por David Mamet.

“Driving Miss Daisy”

El Packard 48 es conducido hasta la propiedad del vecino
Miss Daisy Wertham se conduce en su Packard deslizándose hasta la propiedad del vecino
Marcha atrás ese Packard flamante es incrustado en el jardín del vecino

El Hudson G 93428 es conducido con solvencia por el chofer Hoke Colburn hasta Piggly Viggly
Miss Daisy es trasladada con solvencia por su impuesto chofer hasta ese supermercado

El Hudson no se resiste a ser lustrado por Hoke
y ostenta a la salida del templo su brillo a Miss Daisy
El señor Hoke Colburn no se resiste a Miss Daisy
y así traspone las compuertas del alfabeto

Martin Luther King conduce hacia la integración

La senectud incrusta a Miss Daisy en su pasado
La nieta de Hoke traslada a Hoke en automóvil
cuando ya Hoke no conduce.

______________
“DRIVING MISS DAISY” (“Conduciendo a Miss Daisy”), filme dirigido por Bruce Beresford.

De ‘Habría de abrir’:

Vidrios

Todos los vidrios rotos
todos los vidrios rotos de las ventanas
los vidrios de las ventanas
de todas las ventanas
de todas las ventanas los vidrios
rotos los vidrios de todas las ventanas

Por lo cual el sol en las ventanas
es recibido, si se quiere, roto.

¡As!

La suprema
eficacia
de sus lavajes
supremos
de cerebro

cada sociedad
admite que es suya
¡As del detergente
y refregado!

De ‘Infamélica’:

La Corona complica

Esquivaría las formalidades
como un mortal cualquiera
si no tuviera que adiestrarme para Rey

La enoja mi recelo
a la nueva delfina de Francia
No sabría qué hacer con esa rubia

Prefiero al herrero con el que lucho
Es más fuerte que yo
Y me enseña.

Daría lo que soy, etc.

Nadie
ha querido jamás
tanto a Analía
como yo la quise
casi

Soy
quien ha batallado inclaudicablemente
en pos de la obtención de las más altas reivindicaciones
casi

Daría mi fortuna
y hasta la propia vida
apenas me las reclamaran
para justas causas
casi

Analía
me ha querido tanto
tanto, pero tanto
como yo la quise
casi.

De ‘Leo y escribo’:

“POEMAS JOVIALES”

Por lo que me aman todas tanto a mí
he sufrido de jovencito por aturullado
sin respetar mis tiempos de goce estético
y aunque no incurrí en adocenamiento
y venta de fiambre al público
el alma se me percudía

Ahora sé lo qué hacer
con las que me aman tanto
las tengo a raya, las persuado
transformándolas en más y más versos
a veces, con rima

Por lo que me aman todas tanto a mí
es por la concepción

Y el goce.

__________
“POEMAS JOVIALES”, poemario de Francisco Gandolfo.

*

“NOCHE DE LAS COSAS, MITAD DEL MUNDO”

Vendrán días de turbulencia
refugiada en mis álbumes
fotográficos
y en esas otras cosas que prosiguen
en las avenidas

Vendrán días de itinerarios
pergeñados por mis amigos
en postas donde corrigen
sus más arduos secretos
hasta trocarlos
en ventiladas emergencias

Vendrán días de preguntones
profesionales imantados por mi crudeza
los que conmigo subirán
desaprovechándome
interminables escaleras
atestándome con la especie de miel
de sus obviedades
y sólo para perdurar a través
de los micrófonos empalagados
y en sus filmaciones

Vendrán días de enfermarse en alta mar
líricamente
o en una prosa chicha
sitiados por la redundancia
de los siguientes días

que vendrán.

__________
“NOCHE DE LAS COSAS, MITAD DEL MUNDO”, poemario de Kato Molinari.

De ‘Obras completas en verso hasta acá’:

De tango

Me dejaste por otro
aunque el otro no existía cuando me dejaste
por otro

Me dejaste
por otro, aunque el otro no existía
cuando me dejaste por otro

Me dejaste por otro, aunque
el otro no existía cuando
me dejaste por otro

Me dejaste por otro, aunque el otro no existía
Cuando me dejaste por otro, el otro no existía

Por qué me dejaste
mi linda Juliana
tu nene es un pájaro
de fuego mojado.

Constanza

Toda extremista ella
toda extremadamente ella
ella
toda que es toda
que si usted no la ama ni la deja
es que ni es
usted
y ella sí
ella es toda

Es toda así
como la ve
si viera
como se deja amar y desamar
-si fuera usted capaz de desamarla
después de haber sido capaz de haberla amado-
en fin
es toda así
una bicicleta de lujo
¡¿o no me entiende?!

De ‘Picado contrapicado’:

“Docteur Petiot”

Escarmiento al descuartizador
al aprovechado su última sesión de maquillaje

Con ninguna de las atiborradas
valijas descenderá

hacia su destino sudamericano
separándolo de su cabeza

ese filo de un tango.

“Docteur Petiot” (“El extraño caso del Dr. Petiot”), film dirigido por Christian de Chalonge.

“Le charme discret de la bourgeoisie”

El aburrimiento territorializa
puede que presienta que el presentimiento
territorializa

Sin dejadez
me animaría a emprender el sinceramiento
de mi economía libidinal

Amo a la discreta mucama de la burguesía
le cedo mi traílla de ambigüedades y desesperaciones
mi pan comido
mi almanaque

Calienta los sesos y el fino escroto
del aspudo efebo de nuestro jardín

Ella barrunta que también la respeto
y que no la excluyo en mis jaculatorias

La amo por valija diplomática
ella me va justa para mí
me incorporo a la liquidación de los abismos de clase

Afectos en foco
no importa su merecido novio
perdura la calma chicha
y me sirve la humeante sopa de tomates y apio

Amo a la mía:
modos de ofrecerme a su contemplación.

“Le charme discret de la bourgeoisie” (“El discreto encanto de la burguesía”), film dirigido por Luis Buñuel.

De ‘Pictórica’:

Loro y gato

Un loro
vivo
encima
del blanco desnudo
cadáver
del desdichado
burgués

Saliendo de un cuadro
un gato
el último
de esta
noche
saltando y corriendo
cenándose al loro
vivo
encima
del blanco desnudo
cadáver
del desdichado
blanco desnudo
burgués.

Pablo Picasso

Me quedo con tu ojo derecho
con tu suma de destrucciones
con dientitos que sin embargo son una sonrisa
con ése y con cualquier otro de tus sombreros y bonetes
a candoroso sobrenivel de las cabezas

Dicen lo que son esos dedos desnudos
estrellitas erectas
en franjitas erectas
había lo bonito debajo de los cuernos

En el ojal un colibrí
despunta donde yo vi una llamarada

Labios o peces de los arrabales en las paredes de una capilla
un cura de espaldas a una mujer de perfil
invitación a los bordes de una mujer de espaldas
plaza de sombras y banderas
pisan toro y torero
un seno rubio despierto debajo del collar
rostro del tamaño de su pezón sorprendidísimo

Demasiadas escarolas detrás de los pabilos
disponiendo de orejas, manoplas o tal vez marimoñas
y perpetuando un guitarrón asimétrico
ojo con el que me quedo

Una gata me huele antes de enloquecer
y se fuga entre curvas y penes aguileños
y un gallo en pastel se fuga con la gata.

De ‘Propaga’:

“Cómo se pianta la vida”

En lo inmediato la cabeza se me pianta
y el corazón me feminiza

En lo mediato la vida paga
lo suyo con moneda inconstante.

*
Llegó para ubicar

Llegó para ubicar su cabeza
debajo
de la cruda maceta que caía

Antes del impacto se apropió
(en jaque)
de su afán recóndito de lírico

y predestinado.

De ‘Ripio’:

A Nicanor Parra

¿Nos llevamos mal haciendo el bien
o nos llevamos bien haciendo el mal?

Malentendido, no: milagro
Paja, no: trigo
Cacatúa, no: ave del paraíso

Duermo mejor debajo de la cama
Me como las haches para mi mayor vacío
ante la mirada de una bella
Copulo con la bella sin desentenderme
de las pocas funciones de mi cargo
Esquivo sólo la responsabilidad
de consagrarme a la conservación
Nadie ejerció de chozno conmigo
Vigilo mis accesos eventuales de inercia y verborrea
Isabel Sarli no atinó a incluirme en su desiderata
La disposición de esta escenografía
se debe a la creatividad de mi secretario
Suyos los enunciados preciosistas
que me abstengo un tanto de explicitar
Él se arrima como accesorio del bien
aunque nos pese mal
¿A la hache no se la libera de su botín?
¿Cuándo es redondo un viaje
un texto
un coito cuándo es redondo?
¿Y cómo juegan la cama y el poeta?
No es boñiga todo lo que reluce
Yo tengo algo que ocultar:
por eso escribo.

A Fernando Savater

Los políticos
a caballo de las naciones

La curiosidad
a canguro de la ciencia

Los ambiciosos
a tigre del comercio

El dogmatismo
a mastodonte de las iglesias

Los revolucionarios
a cóndor de las reivindicaciones

El goce estético
a unicornio de la dignidad.

De ‘Sopita’:

Fantasmas

Yo aprendo
con los fantasmas solariegos
a leer los avisos de los diarios
como el mejor speaker

Eros en papillas, mami
clavado a la cuchara
¡cuándo no!

Escribo con tiza
mi nombre únicamente
con qué otra cosa que no tiza

Quedó quizá en la carbonera del fondo mi triciclo
cerca de las hormigas y la menta
próximo a un caracol maravilloso.

Holgar a costa de papá

Las tortugas
¿11 o 14
en el auto?

¿11 o 14
las veces que nos detuvimos
en los sucesivos serruchos
patagónicos?

¿Papá y el Ford 40 un solo corazón
y mamá un corazón resignado?

¿“La Monumental”
a través de su gran productor
empaquetando chubutenses y santacruceños
y las tortugas arrancadas
de sus destinos?

¿Mamá y yo la holganza
y papá la platita
que mamá administra?

Aporteñaremos las tortugas
las repartiremos
entre vecinos y parientes

Volveré al colegio
¿Y mamá también arrancada
de su destino?

De ‘Tomavistas’:

Ese vestido verde
Ese vestido verde
feo
en el cuerpo desmayado
entre los brazos de Frank Sinatra
le queda bárbaro
a Kim Novak.

“AS GOOD AS IT GETS”

Tener una vida
por fin y sin embargo

Hacernos una

Desvencijado el sarcasmo humildemente
acaso sólo reste

gozar.

“AS GOOD AS IT GETS” (“MEJOR… IMPOSIBLE”) de James L. Brooks.

“THE PIANO”
Con mis traductores simultáneos
hija y piano
y sin ninguno de los dos
por atrás
en el cuello desprevenido, elocuente
soy besada

por mi alumno
mi oyente
mi hablante
declarándose

y es ahora
mi cuerpo todo el piano
que él toca.

“THE PIANO” (“LA LECCIÓN DE PIANO”) de Jane Campion.

De ‘Ojalá que te pise un tranvía llamado Deseo’:

¡Oh, tú, entregadora de primicias, las tuyas!

En canje, yo:
este incunable.

*

Mis besos
mis caricias te pusieron contra la pared

Asúmelo:
soy espada y
tu única salida.

De ‘Trompifai’:

Súper ocho

Acciones simples:
Robert Redford simula sostener una pared surcada por hormigas
José Wilker simula entrar por la puerta de calle
Toshiro Mifune simula saltar por una ventana ovalada
Lautaro Murúa simula esconderse debajo de una alfombra raída
Max Von Sydow simula probar los endebles sillones
Arturo de Córdoba simula espiar a través de una Trabex
Ugo Tognazzi simula silbar en la amplia cocina
Enrique Serrano simula condimentar zapallitos rellenos con arroz
Jean Paul Belmondo simula abrir cuidadosamente el botiquín
Ubaldo Martínez simula secar los deslucidos azulejos
Laurence Olivier simula barrer el garaje
José Sacristán simula rezar contrito en el jardín
Klaus María Brandawer simula dormir en la azotea
al concluir la larga morosa intrusiva última toma
de mi último moroso simulado más logrado filme de paso reducido.

“THE GOLD RUSH”

Quimera medida en clavitos que saben
a espinas de pejerrey al roquefort

La exploración
de una quimera

A un placer consagratorio
placeres adjuntos

La quimera de la satisfacción
la quimera de la satisfacción del hambre
oro y saciedad

La quimera del Trópico
Quimera medida en cordones de un zapato del Vagabundo
que saben a mostacholes bombásticos con salsa scarparo.

“THE GOLD RUSH” (“LA QUIMERA DEL ORO”) de Charles Chaplin.

De ‘Viene junto con’:

Poca onda con los Dioses

Sólo por las vías rápidas de la Cultura
(Alprazolam, un miligramo)
muy cada tanto duermo como un bendito
en los prestigiosos brazos de Morfeo

los que insiste en rechazar desde lactante
mi condición maldita.

Imagínote

Imagínote juzgándome pintoresco
oh, tú, grave, aún más que denso
imagínote asesorando en la plenipotencia de tu severidad
Ya ves cuáles, para mí, tus atributos:
grave, denso, severo

Imagínote sólo validando
la concepción adusta
Se me imponen mis pareceres
en base a antiguas sospechas:
por cómo me evitas o saludas
por el arraigo de tu distancia
esa acrimonia
empecinada

No abundaré:
desecharé la tentación:
inhibo la sorna
reprimo la causticidad
me abstengo del sarcasmo
suspendo la socarronería
ni un chiste intelectualoide destilaré
fuera la transversalidad y su desenfado
Mi rencor hoy es grave, denso
básicamente severo, adusto
inserto en la acrimonia

y, sin embargo, pintoresco.

ENTREVISTA CON EL AUTOR

Gilgamesh: Rolando, leo tu poesía y hay mucho de (de)construcción del imaginario de escritor romántico. Hay en tu obra guiños irónicos, crítica social, una suerte de poética "antisistema" en todos los órdenes, el poético incluido. ¿De qué manera fuiste construyendo este andamiaje? ¿Cómo empezó tu derrotero con la poesía?

Rolando Revagliatti: Me dirijo al armado de mi primer poemario, “Obras completas en verso hasta acá”, publicado en 1988 (cuando yo andaba en los 43 años) a través de Ediciones Filofalsía. Con ese título chistosamente ampuloso así lo sectoricé: “Los papás queman”, “El fotógrafo cargado”, “Espasmitos espantosos” y “El cirujano poetón”. Todos los poemas (100, sí, redondamente) que tenía validados hasta la instancia de entregar la carpeta a la editorial (en las siguientes ediciones eliminé o modifiqué un alto número de textos). En la primera sección reuní los que concernían a la infancia y a la adolescencia; en la segunda, a una mínima exposición de retratos de mujeres: amigas unas, compañeras otras de mi época en la que me formé como actor y director teatral, y otras, más que amigas; en la tercera sección, variados enfoques en torno al erotismo o al romanticismo; y en la cuarta abordé diversos asuntos, algunos en clave tajantemente lúdica o surrealista. Desde allí se fue construyendo el andamiaje. En siguientes libros la infancia y la adolescencia irrumpen aquí o allá; en algunos son hallables también desperdigados retratos; en otros, más y más textos, muchos con sesgo historietil, ligados al amor, al desamor, a la calentura y sus desparramos; y en otros, a la disección de influjos o instancias (el insomnio, los atravesamientos culturales, la virulencia de los desacoples de toda laya, el desvalimiento raigal, la pimpante neurosis y un extenso etcétera).

Mi derrotero con la poesía comienza siendo yo un encantado niñito que oye por radio a los recitadores y a los payadores. Oyendo, e incluso viendo en ámbitos públicos, algunos, al aire libre, ya en años sucesivos a Fernando Ochoa, Julián Centeya, Héctor Gagliardi, Santiago Gómez Cou, Julio Jorge Nelson, Jorge Lanza, Berta Singerman. Y oyendo y viendo a mi padre, quien recitaba versos gauchescos de José Hernández, Yamandú Rodríguez, Hilario Ascasubi, Enrique García Satur. Y glosas tangueras. Parte de su no muy amplia biblioteca estaba conformada por libros de poesía de Rafael Obligado, Esteban Echeverría, Rubén Darío, Alfonsina Storni, Pedro B. Palacios (Almafuerte), Amado Nervo, Olegario Víctor Andrade, Carlos Guido y Spano, Claudio de Alas. También yo, desde poco después de haber aprendido a leer, recitaba. En público debuté exitosamente a los once años (no cursé el primero inferior más que durante una semana, puesto que, como sabía leer, escribir y no sé qué mas, me pasaron al primero superior), representando al sexto grado del turno mañana, ante el numeroso público constituido por los asistentes al acto de cierre de ciclo en mi colegio (en Villa del Parque). Fue en mi primera adolescencia cuando comencé a escribir letras de canciones que surgían con propias -o inconscientemente apropiadas- melodías de tangos, milongas, valsecitos, zambas, chacareras, twist, rock, boleros…, las cuales canturreaba. Hacia los dieciséis años habrá sido cuando aparecieron los primeros versos sin música. Y transcurrida desde entonces una década asomaron poemas luego incluidos en mi primer libro.

Gilgamesh: Tenés diecinueve poemarios publicados en «formato analógico» y en «formato digital». ¿Cómo es tu proceso de creación y luego de edición? ¿Hay reescritura, reedición? ¿Qué de cada nuevo libro afecta al siguiente y se conecta con el anterior?

Rolando Revagliatti: Algunos poemarios se fueron conformando a partir de una propuesta: textos que devienen de mi lectura de determinados libros. “Leo y escribo” da cuenta de ello: libros de Kato Molinari, Jorge Leonidas Escudero, Simón Esain, Abelardo Castillo, Charles Dickens, Osvaldo Ballina, León Tolstoi, Agatha Christie, Alejandro Schmidt, Eduardo Dalter, Henry James, Norah Lange, Camilo José Cela… En cuatro poemarios fui socializando poemas concebidos a partir de filmes, de actores y actrices, de directores de cine. En el libro que titulé “Ripio” se encuentran los textos, capciosos, reflexivos, juguetones o provocadores, alrededor de la escritura y los escritores. En “Pictórica”, la más breve colección (aunque en otros libros hay poemas que podrían haber integrado este corpus), poemas del universo de la pintura y los artistas. En “Ardua” los poemas se generaron como si las voces o miradas pertenecieran a mujeres. En “Sopita” prima la familia, lo familiar, desde visiones complementarias. Considero, por ejemplo, que “Infamélica” es una cierta prolongación de “Corona de calor” y que “Viene junto con” es un desprendimiento de “Desecho e izquierdo”.

Muchísima reescritura. Versiones. Y reediciones, sí. La mitad de mis libros tuvieron entre segundas y sextas ediciones.

Gilgamesh: ¿Qué escrituras/ lecturas fueron iniciáticas? ¿Qué escrituras/ lecturas son imprescindibles hoy?

Rolando Revagliatti: Las letras de numerosos tangos y milongas, están entre las primeras impregnaciones (mi padre era tanguero y coleccionista de discos de Carlos Gardel, Agustín Magaldi e Ignacio Corsini). Versificaciones que conectaban con mi ciudad, con los barrios, con su gente. Cuentos y biografías. Novelas abreviadas de la revista ‘Selecciones del Reader’s Digest’ (durante una punta de años la fuimos recibiendo). En mi adolescencia (en pleno centro del barrio de Caballito) comencé a comprar todas las revistas literarias y culturales que iban apareciendo. Y libros, sobre todo de autores argentinos (Ernesto Sabato, Julio Huasi, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Nicolás Olivari, David Viñas, Oliverio Girondo, Roberto J. Santoro…). Y, entre los extranjeros, Nicanor Parra, todo Henry Miller, todo Nicolás Guillén, todo Pablo Neruda.

Hoy, en narrativa, imprescindibles o muy próximos me resultan (y sólo mencionaré a autores de quienes he leído y releído varios o muchos libros) Paul Auster, Andrés Rivera, Alice Munro, Petros Márkaris, Juan José Saer, Asa Larsson, Haruki Murakami, Leonardo Padura, Selva Almada, José Saramago, Julian Barnes, Gioconda Belli, J. M. Coetzee, Kenzaburo Oe, Pablo De Santis, Michel Houellebecq, Siri Hustvedt, Kazuo Ishiguro, Irene Némirovsky, Pierre Lemaitre, Sandor Marai, Claudia Piñeiro, Yukio Mishima, Guillermo Martínez.

Gilgamesh: Tu poética, en mi lectura, es impensada sin el Buenos Aires de «Del franelero popular», «canyengue/ milonguera». ¿Cómo lo ves?

Rolando Revagliatti: Coincido. Mi porteñidad es acendrada. Y permitiéndome en la escritura que aflore, pertinentemente, que, si de algo no carezco, es de calle. En todas las etapas de mi vida. El poemario (o refranero) citado es cabal expresión de lo que afirmamos. ‘No nos une la afición al alcohol/ sino al quebranto:// será por eso/ que la excito tanto’.

Gilgamesh: ¿Cómo fue ese imbricar el cine con la poesía? ¿Nos contarías el proceso creativo de «Trompifai», «Fundido encadenado», «Tomavistas», «Picado contrapicado»?

Rolando Revagliatti: Señalemos que en Argentina son numerosos los poetas que han generado poemas a partir de largometrajes. Héctor Freire, Claudia Masin, Jorge Aulicino, Zulma Liliana Sosa, César Cantoni, Javier Cófreces, Graciela Cros, Fabián O. Iriarte, Liliana Lukin, Jorge Ariel Madrazo, Eduardo Mileo, Marcos Silber, Susana Szwarc... Los míos fueron escritos y publicados hace muchos años. Más de trescientos. No sabría establecer diferencias entre mis modos de involucrarme con ciertos filmes (no todos importantes, logrados, espléndidos), ciertas obras pictóricas, ciertos libros o ciertos paisajes, escenas, conmociones, detenidas observaciones, atravesamientos y así siguiendo, y mi producción poética. Otros escritores sí que saben aventurarse en la producción de artículos en los que disciernen sobre sus procesos creativos. No es, y lo lamento, mi caso.

Gilgamesh: ¿Cómo el actor, docente, psicoanalista permean la obra poética?

Rolando Revagliatti: El actor, acaso, es el que me facilita posicionarme como personaje, pensarme como, por ejemplo, proxeneta, o ser supremo y arbitrario, o estúpido, zonzo o pusilánime, o disfrutador de la angustia o la necedad, o compararme con animales mitológicos o jugadores de pelota a paleta. El docente, acaso, como escrutador y tamizador. El psicoanalista, acaso, como quien escucha desde el silencio el ruido imperante.

Gilgamesh: Seis tomos de entrevistas a escritores argentinos habla de tu estrecha vinculación con los pares y tu interés en su vida y su obra. ¿Qué significan estas entrevistas como difusor literario y como poeta?

Rolando Revagliatti: Bien dicho: la vida y la obra. Abarcativa propensión la mía como periodista cultural ceñido a la realización de entrevistas a través del correo electrónico. Proponiéndolas extensas (hasta diez mil palabras, con muestra literaria, aunque algunas superan ese número de palabras), y divulgándolas en todo tipo de plataformas y una parte pequeña en medios gráficos, en algunos casos hasta con unas noventa fotografías y tapas de los libros de los entrevistados. Apuntaron a dar cuenta no sólo de lo más sabido o reconocido o trillado de los escritores, sino que, a estimular respuestas de eso que solemos denominar “incursiones” (esos dos años como columnista en programa radial, esa única exposición pictórica en la que participara, la formación profesional nunca ejercida, etc.). Indiquemos que el sexto tomo de “Documentales. Entrevistas a escritores argentinos”, está conformado por treinta y un escritores respondiendo un cuestionario constituido por la inusual cifra de treinta y cinco preguntas (en estos casos, sin muestra literaria), los que, sin duda, arman cada uno de ellos una flor de entrevista, al punto que en muchos portales desestimaron presentarlos como cuestionarios, o bien fueron asentando ‘En cuestión: un cuestionario’, como subtítulo. Otro comentario: de los 159 escritores que integran “Documentales”, sólo uno, Fernando Sorrentino, no ha escrito poesía.

Gilgamesh: Tu obra es traducida a muchos idiomas. También premiada en certámenes nacionales e internacionales. ¿Cómo vivís estas experiencias?

Rolando Revagliatti: Es, desde luego, gratificante advertir que tantos traductores, a lo largo de varios lustros, se interesaron por mis textos (la inmensa mayoría, poéticos), y que todos se asomaron a la Red (muchos en soporte papel: libros, cuadernillos, plaquetas). En cuanto a los premios y menciones, si bien son unos cuantos, y considerando que prácticamente no me interesé en participar en certámenes, te diré que ninguno es relevante. Qué le vamos a hacer.

Gilgamesh: Como coordinador de ciclos de poesía y colaborador en medios gráficos, ¿cómo ves, hoy, la proliferación de lecturas, la difusión de la poesía? ¿Qué diferencias y/o semejanzas encontrás con tus inicios de poeta y difusor?

Rolando Revagliatti: Coordiné, a veces con otros escritores, varios ciclos, hace por lo menos veinte años. Intensos. De marzo a diciembre, un encuentro por semana, cinco poetas invitados, más lectura no programada. Cientos, entonces, de poetas. Con breve y desacartonada presentación formal y procurando privilegiar la mejor audición de los participantes, donde se ha podido, con luz directa sobre el libro o papeles desde los que se leía y penumbra en el sector del público. Doce minutos de lectura por invitado. Por entonces, otros ciclos semanales había: nombro, sin ser exhaustivo, ‘Zapatos Rojos’, coordinado por Karina Macció, Romina Freschi y Ximena Espeche, ‘Maldita Ginebra’, coordinado principalmente por Héctor Urruspuru, ‘Literatura Viva’, coordinado por Lidia Rocha y Gerardo Curiá. Entonces y ahora, con la frecuencia de dos encuentros por mes y la coordinación general de Luis Raúl Calvo, teníamos y tenemos el proyecto cultural Generación Abierta y su café literario, en los últimos años denominado ‘Antonio Aliberti’. En la actualidad hay abundantes ciclos en Buenos Aires. No tengo presente ninguno que se realice semanalmente. Con improntas bastante diversas, algunos muy cuidados e interesantes.

Gilgamesh: Sos un asiduo en las redes sociales compartiendo y celebrando la escritura de otros. ¿Cuál es la relación que se genera en las redes con los lectores y con los escritores?

Rolando Revagliatti: Estoy sólo en una red social (desde 2020). Como parte de mis lecturas doy a conocer en mi muro textos de todo tipo de autores, contemporáneos y no contemporáneos, tal como proceden otros usuarios. Cuando compro o me obsequian libros, selecciono textos y los grabo en video e incorporo a mi canal de YouTube y, poco después, se incluyen en la plataforma italiana Arco Iris TV. Tanto estos videos como poemas y cuentos breves que no grabo, los visibilizo en mi muro. La relación con mis amigos en la red es, en general, enriquecedora, dinámica, estimulante. Me complace, a muchos, ir conociéndolos, en encuentros personales en bares o en ciclos a los que concurro.

Gilgamesh: Nuestra última pregunta es una que, con ligeras variantes, repetimos de entrevista en entrevista. En «La muerte de la tragedia», George Steiner afirma (palabra más, palabra menos) que la poesía se ha vuelto un asunto privado, esencialmente lírico y que, por lo tanto, se ha divorciado de la memoria histórica de los pueblos. Puesto en otros términos, la poesía es escrita y leída por poetas y quizá, también leída por alguna de sus amistades... Hace largo tiempo que el llamado «gran público» ha quedado fuera de este juego. Alejandra Boero llama a esto el «lazo perdido». ¿Qué sería necesario, en tu opinión, para reparar en alguna medida esa pérdida?

Rolando Revagliatti: Lo que sería necesario únicamente lo podría propiciar un cambio drástico y mancomunado de medios estatales y privados que reemplace la banalidad y degradación imperante por… No va a suceder. Seguiremos los mismos de siempre aportando solos o en compañía lo que podamos, pero el lazo se cortó, se perdió.

NOTA BIOBIBLIOGRÁFICA

Rolando Revagliatti nació el 14 de abril de 1945 en Buenos Aires, ciudad en la que reside, capital de la República Argentina. Ha sido actor, docente y psicoanalista. Su quehacer en narrativa y en poesía se tradujo y difundió al francés, vascuence, neerlandés, ruso, italiano, asturiano, alemán, albanés, catalán, inglés, esperanto, portugués, bengalí, maltés, rumano, polaco, griego y búlgaro. Uno de sus poemarios, “Ardua”, fue editado bilingüe castellano-neerlandés, en quinta edición y con traducción del poeta belga Fa Claes, en Apeldoorn, Holanda, 2006, a través del sello Stanza. Ha sido incluido en antologías de la Argentina, Brasil, Perú, México, Chile, Panamá, Estados Unidos, República Dominicana, Venezuela, España, Alemania, Austria, Italia y la India. Obtuvo premios y menciones en certámenes de poesía de su país y del extranjero. Editó las colecciones “Olivari”, “Musas de Olivari”, “Huasi” y “Recitador Argentino”. Coordinó varios Ciclos de Poesía y diversos eventos públicos, solo o con otros escritores. Ha sido colaborador en cerca de setecientos periódicos, revistas y colecciones de plaquetas, cuadernos, murales, etc., de la mayoría de los países de América y Europa. En soporte papel publicó desde 1988 dos volúmenes con cuentos y relatos: “Historietas del amor”, “Muestra en prosa”; uno con su dramaturgia: “Las piezas de un teatro”; dieciocho poemarios: “Obras completas en verso hasta acá”, “De mi mayor estigma (si mal no me equivoco):”, “Trompifai”, “Fundido encadenado”, “Tomavistas”, “Picado contrapicado”, “Leo y escribo”, “Ripio”, “Desecho e izquierdo”, “Propaga”, “Ardua”, “Pictórica”, “Sopita”, “Corona de calor”, “Del franelero popular”, “Infamélica”, “Viene junto con”, “Habría de abrir”. Sus libros han sido editados digitalmente y se hallan disponibles, por ejemplo, en www.revagliatti.com. Un poemario suyo, inédito en soporte papel, “Ojalá que te pise un tranvía llamado Deseo”, cuenta allí con edición electrónica. También en ediciones electrónicas están los seis tomos de su libro “Documentales. Entrevistas a escritores argentinos”, conformado por 159 entrevistas por él realizadas. En https://www.youtube.com/user/rolandorevagliatti/videos son ubicables sus grabaciones de cientos de poetas y algunos narradores.

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