GILGAMESH: POESÍA Y POÉTICAS presenta a LETICIA AUAT
(Publicado en la página de Facebook el 17/12/25)
Leticia Auat nació en Santiago del Estero. Poeta y Licenciada en Psicología.
En la entrevista, Leticia, dice:
« … la voz siempre está casi aconteciendo, murmurando algo, una inquietud medio huérfana, hasta que acontece el poema, hasta que alcanzamos la gramática exacta, el vestido para la ocasión.»
SELECCIÓN DE SU OBRA
Libro: Cuarenta días de viento
Un nuevo rey apoya su oído en la tierra
escucha los cascos golpear en lo árido
te escucha volver por tus hijos
Alguien hablará en el desierto
alguien convertirá una bandada de mariposas
en polvo fino cayendo
Ahora caminas a tientas
como en tinieblas
Sientes sus formas rozando el aire
una cerca de animales
¿Cómo ocultarás la marca de dios
tatuada en tu muñeca
para que los perros no te devoren los brazos?
A tus espaldas ya no quedan peregrinos
las tiendas vacías respiran silencio
Te atropellan los recuerdos
estás cayendo sin que nadie te persiga
Abuela, abuela, ¿estás aquí?
*
Sueñas con una niña
te sangran las manos
por mover las piedras
para salir a respirar
Abuela, transpiras
No son tuyos los cadáveres que suenan contra las rocas
Aquí estamos ¿no nos ves?
Es tu hijo el que reza junto a tu cama
son tus hijas las que te trenzan el cabello
*
Las voces del mar te llaman
de regreso a casa
Parece un viento manso
anciano
triste y familiar
Hay amor en la lluvia
que envuelve al polvo
que embarra tu ciudad
Algo se mueve después de mucho tiempo
dentro de vos
y se lleva los restos
los pedazos de muebles
Me aferro a tu sustrato
como a una nueva especie
Sigo siendo yo, me dices
mosaicos rojos y amarillos
en inclinación diamante
Dibujas el plan de vida que no tuvimos
Enceras. Enceras. Enceras
*
Libro inédito
Hay hormigas con tenazas
Descuartizan en geometría perfecta
hojas y ramitas
Día tras día los pequeños e invisibles cortes
modifican las sombras de los arbustos
Se que mi búsqueda es inútil
Las sombras son un océano nómade
que nos mueve hacia otros lugares
No es el refugio que buscábamos tener
cuando nos conocimos
Prometimos hallar el árbol
que nos cubriera completos
*
Nunca vemos el primer corte de la hormiga
el primer salto de la langosta
El sol intenso
construye siestas tranquilas y calladas
ENTREVISTA CON LA AUTORA
Gilgamesh: Leticia, ¿Cómo fueron tus inicios en la escritura poética?
Leticia Auat: En la infancia, sin buscarla. Lo recuerdo muy orgánico y sin intenciones claras. Quizás leer como imitación, curiosidad o juego, en algún momento escribir, disfrutar de esa novedad y volver a la lectura. Yo ya tenía una inclinación hacia la poesía y hacia la música así que imagino que fue espontáneo y sincero.
Gilgamesh: ¿Y tus comienzos como lectora?
Leticia Auat: Heredado. En mi casa había una biblioteca muy completa y todos eran muy lectores por lo que leer nos parecía natural. Incluso creo que yo era la menos lectora de los hermanos pero a la que más le gustaba escribir, sobre todo cartas que viajaban de manera frecuente hacia otras provincias. En unas vacaciones transcribí al detalle un libro completo de poemas que para una niña es un montón ¿quién elegiría esa actividad para pasar sus vacaciones?
Gilgamesh: ¿Qué temas y recursos estilísticos vas descubriendo, vas dejando que aparezcan para que aflore tu voz?
Leticia Auat: creo que la voz aflora cuando puede. La pregunta es interesante y respondo con otra ¿Qué aparece primero la voz o el recurso? Y supongo que la voz siempre está casi aconteciendo, murmurando algo, una inquietud medio huérfana, hasta que acontece el poema, hasta que alcanzamos la gramática exacta, el vestido para la ocasión.
Gilgamesh: ¿Qué apuestas siguen o mutan de un poemario a otro?
Leticia Auat: La apuesta que sigue es la apuesta ética. No boludear al lector, no subestimarlo y si acaso es posible conmoverlo, tocarle el cuerpo.
Gilgamesh: ¿Cómo ha sido tu experiencia a la hora de editar tus textos? ¿Y al momento de hacer circular y presentar tu obra?
Leticia Auat: Edito mucho, con rigor, pero luego también quiero que fluya, que respire, que cante. Leo mucho en voz alta, lo propio y lo ajeno. Con respecto a la circulación, una vez que sale el libro lo que pasa después es siempre asombroso, te conecta con personas extrañas inmediatamente y eso que era tan íntimo se vuelve comunidad por un ratito y nos emocionamos juntos.
Gilgamesh: ¿Qué diferencias encontrás a la hora de elegir ir hacia la escritura de un poema o de un texto narrativo?
Leticia Auat: La experiencia con la narrativa suele ser más conservadora, incluso si el contenido apunta a pensar en otros mundos posibles, porque por su estructura necesita responder a la gramática instituida sino sería ilegible. Si la narrativa explica o describe un universo cualquiera, el poema es el agujero negro que se traga las cosas y se traga también el mathema del sintagma, no le importa, necesita jugar a que la palabra no refleja ni representa, es la única manera de empujar su propia estructura, de generar calor, nuevos sentidos, le dice a la lengua que decir. Logra espejar lo que no existe. La narrativa no puede hacer eso. La narrativa quizás llegue al delirio pero nunca a la alucinación.
Gilgamesh: El paisaje de tu tierra, ¿influye y cómo en tu escritura?
Leticia Auat: En mi experiencia el paisaje atraviesa la cosmovisión del escritor, aunque no necesariamente como imagen, sino en el ritmo de las cosas.
Gilgamesh: ¿Cuáles son los pros y contras de escribir en y desde una provincia como Santiago del Estero? ¿Está la fantasía de que en Buenos Aires, Rosario, Córdoba, por ejemplo, sería más fácil la inserción, la difusión de tu obra?
Leticia Auat: No soy puertocentrista, no tengo la mirada puesta ahí, no me preocupa saber qué sucede o que modas circulan, me atrapan más las producciones que expresan un territorio que para mi sea desconocido y eso me empuja a lo propio de cada región. Sin embargo, sí creo que para obras que aspiran a ser traducidas todavía Buenos Aires sigue siendo una plataforma - puerto para la exportación.
Gilgamesh: ¿Qué opinión te merecen las lecturas públicas, los festivales, concursos, convocatorias? ¿Qué experiencias tenés en cada uno de estos ámbitos?
Leticia Auat: Como lectora compro más libros en ferias que en librerías, la producción y la difusión de obras es más amplia y variada de lo que el mercado puede o desea absorber. Y como espacio de debate y de encuentro también es nutricio. Como escritora, más allá del disfrute del encuentro, debo señalar que en general debemos ser el rubro más desprotegido. Faltan políticas de apoyo a la producción de obra.
Gilgamesh: Nuestra última pregunta es una que, con ligeras variantes, repetimos de entrevista en entrevista. En «La muerte de la tragedia», George Steiner afirma (palabra más, palabra menos) que la poesía se ha vuelto un asunto privado esencialmente lírico y que, por lo tanto, se ha divorciado de la memoria histórica de los pueblos. Puesto en otros términos, la poesía es escrita y leída por poetas y quizá, también leída por alguna de sus amistades... Hace largo tiempo que el llamado «gran público» ha quedado fuera de este juego. Alejandra Boero llama a esto el «lazo perdido». ¿Qué sería necesario, en tu opinión, para reparar en alguna medida esa pérdida?
Leticia Auat: la literatura ha sido históricamente un artefacto fundamental para la identidad de un pueblo. Me refiero también a los relatos orales que sostienen la memoria colectiva. Estos decires dan testimonio del tono de una época, sus vicisitudes, sus heridas, sus contradicciones, sus utopías. Mi poemario «Cuarenta días de viento», está inspirado en el relato del genocidio armenio y siríaco narrado por mi abuela, desde su exilio en Argentina, y en cómo esó sigue moviendo aguas en la descendencia, en esta identidad partida que heredamos los descendientes de inmigrantes. La literatura entonces es arte y también otra cosa. Sentido y contrasentido y a veces solo desmembramiento. Creo que hay muchas corrientes y voces en la escritura, las legitimidades van cambiando de moda, la memoria no, la memoria insiste y siempre aparece. Dicho esto, creo que hay un lazo no tan visible que existe tras muchas pantallas e intercambios en pdf. Ahora, si lo que se quiere es el gran público, se requieren de políticas públicas serias y sostenidas en el tiempo, donde la literatura pueda promoverse, recrearse y debatirse transversalmente en todo el sistema educativo y donde los artistas puedan recibir honorarios por su tarea, como cualquier otro trabajador de la cultura y el arte.
NOTA BIOBIBLIOGRÁFICA
LETICIA AUAT, Santiago del Estero. Licenciada en Psicología por la Universidad Nacional de Córdoba. Ha publicado poemarios, cuentos, reseñas y ensayos en revistas y espacios culturales. Ha participado como gestora, editora y expositora en diferentes proyectos de interés académico y literario. Tiene publicado de su autoría los poemarios «Cornisas del alma» (libro iniciático autogestionado), «Sigo Aquí» (plaqueta por Piedra Madre Editora), «Cuarenta días de viento» (libro por Piedra Madre Editora), y ha participado de la antología de Escritores Santiagueños en el marco de VIII FILBA y en el compendio de textos FILBA 2023.
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